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viernes, 4 de enero de 2013

Libertad

No es una realidad perfecta. Se cansaron tanto de decirme que no existe la perfección que me convencieron. Pero genera una sensación tan similar que es difícil describirla con otro nombre más cercano. Más veraz. 

Es como un mar lleno de peces azules, un cielo celeste inundado de palomas blancas; es la primavera en mi alma. 

¡Mi amor, tanto tiempo de espera valió la pena! Vivir estos instantes de sol lo justifican todo. ¡Qué hermosa premonición!

¿Sabías que a veces sueño con que eres mi mundo, mis segundos, mis ganas, mi respiración? Sueño que nos escapamos bien lejos. No importa hacia donde. Corremos juntos de la mano cantando, cual niños en su mejor juego. Y aparecemos en una playa bien lejana, esa que tanto te gustaba recordar plagada de naturaleza y libertad. 

Dos seres unidos para siempre. INDISOLUBLES. Vos y yo. Te miro con esa sonrisa cómplice que nos acompaño desde la primera vez. Me besas, te beso. Eternamente. Y ahí, ¿sabés qué? Ahí ya no importa nada más. Nada más.

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