Cuántos años juntos,
aquellos buenos tiempos de altibajos
y alegrías con los niños.
Ahora se han mudado
fuera del pueblo.
Ella lo había intentado muchas veces.
Ella lo había pedido a voces muchas veces.
El sol sale cada mañana
y en su movimiento diario
fija lo que ellos han hecho.
Ella lo quiere tanto.
Ella lo quiere tanto.
Ella lo quiere tanto.
Ella hace lo que ha de hacer.
Ella lo quiere tanto.
Ella lo quiere tanto.
Ella lo quiere tanto.
Ella hace lo necesario.
En un Ramada Inn cerca de Las Vides,
se detuvieron para pasar la noche
en su viaje hacia el sur,
en busca de los buenos tiempos,
porque visitar a los viejos amigos hace sentirse bien.
A gente que no habían visto
desde la época del instituto, en Santa Fe.
El restaurante estaba concurrido,
pidieron una botella, tomaron unas copas
y ahora se encuentran de maravilla.
El sol sale cada mañana
y en su movimiento diario
fija lo que ellos han hecho.
Él la quiere tanto.
Él la quiere tanto.
Él la quiere tanto.
Él hace lo que ha de hacer.
Él la quiere tanto.
Él la quiere tanto.
Él la quiere tanto.
Él hace lo necesario.
Parece que últimamente las cosas están cambiando.
Parece que últimamente las cosas van hacia el sur.
Ahora, tras un par de copas
ella apenas lo conoce.
Él se exalta y la mira
cuando ella dice que es momento de hacer algo,
quizá de hablar con sus viejos amigos, que abandonaron.
Él sencillamente se sirve una copa bien llena,
cierra los ojos y dice: "ya está bien".
Y el sol sale cada mañana
y en su movimiento diario
fija lo que ellos han hecho.
Ella lo quiere tanto.
Ella lo quiere tanto.
Ella lo quiere tanto.
Ella hace lo que ha de hacer.
Él la quiere tanto.
Él la quiere tanto.
Él la quiere tanto.
Él la quiere tanto.
Él hace lo necesario.
Y el sol sale cada mañana
y en su movimiento diario
fija lo que ellos han hecho.
Él la quiere tanto.
Él la quiere tanto.
Él la quiere tanto.
Él hace lo necesario.
Ella lo quiere tanto.
Ella lo quiere tanto.
Ella lo quiere tanto.
Ella hace lo que ha de hacer.
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