Vistas de página en total

lunes, 20 de agosto de 2012

El Ángel de lata, como escapatoria a la exclusión


La revista local "Ángel de lata" nació en barrio Ludueña de Rosario, a partir de la iniciativa del reconocido artista plástico rosarino "El Tomi" (Tomás D'Espósito). Con el fin de desarrollar actividades y políticas sociales en torno a problemáticas de la niñez y adolescencia.

Precisamente, en base a la experiencia de la "La Luciérnaga", una publicación editorial y solidaria que trabaja con temáticas sociales en Córdoba, D’Espósito junto a un grupo de personas construyeron un proyecto similar en la ciudad.

En julio de 2000 salió a la calle el primer número de la revista Ángel de lata. La venden en las calles céntricas chicos, entre los 9 años y los 18 años, muchos pertenecientes a la comunidad Toba. Mientras que las madres y los padres desocupados de los canillitas, cumplen la función de acompañarlos y cuidarlos.

Frente al drama de la desocupación y su consecuente deterioro de los ámbitos de contención social, la revista se planteó la necesidad de llevar adelante un proyecto a partir del compromiso y protagonismo de niños y adolescentes. Se propuso, en concreto, desarrollar el aprendizaje de los chicos en las instituciones escolares y evitar que se expongan a una situación de violencia estructural en el sector no formal de la economía urbana.

Mensualmente, se realizan encuentros de todos los integrantes del proyecto para analizar los contenidos ya publicados y diagramar nuevas políticas de trabajo para su posterior crecimiento. En tanto, los chicos que participan del Ángel de lata van a la escuela y diversos talleres de Dibujo y Escritura desarrollados por la misma revista.

El punto de partida de los contenidos de la publicación es la realidad de niños y niñas en situación de calle o de extrema pobreza, por ejemplo: las condiciones de los menores en conflicto con la ley o privados de su libertad. Como a su vez, suelen encontrarse entrevistas a los mismos canillitas, así como historias de vida de los chicos de la calle.

Y si bien, uno de los objetivos del Ángel de lata es recuperar la dignidad del trabajo, en una de las páginas de la revista se aclara, como su máxima, que no alienta ni avala el trabajo infantil y que se sostiene únicamente con su venta.

Además, allí se enuncian algunas reglas que deben cumplir los canillitas: cuando se vende la revista no se puede pedir monedas a modo de limosna, comida ni otra cosa; se debe estar calzado y vestido dignamente. Porque el objetivo no es dar lástima, los chicos no deben estar solos en la calle sino acompañados por adultos.

Por último, vale destacar como dato positivo que, desde su origen, la revista creció de forma exponencial: los primeros números tuvieron tiradas de alrededor de 3000 ejemplares y los últimos, alcanzaron los 20000.

No hay comentarios:

Publicar un comentario